
Es tanto lo que siento cuando pienso en el océano, que me cuesta sintetizar mis ideas…
En primer lugar, para mi, el mar es hogar. Crecí en Mar del Plata y cada lugar nuevo que elijo para vivir, tiene que estar cerca del agua. Siento, que si estoy lejos del mar, estoy lejos de mi casa. Tan fuerte es mi conexión con el mar que es de lo que más me gusta escribir, dibujar, fotografiar y leer.
Es tan versátil y misterioso, que se que siempre algo nuevo me va a dar. Caudal de vida y energía
El mar me cura, me limpia. Me cobija cuando estoy mal y me susurra verdades cuando no encuentro respuestas.
Me puedo quedar horas y horas tan sólo mirándolo bailar. Me hipnotiza. Me inspira.
Me renueva. Me da una indescriptible sensación de expansión y profundidad que me hace conectar con algo más allá de lo corporal. En él trasciendo.

Hay muchísima información sobre la importancia que tiene para nuestras vidas y la de todos los seres vivos. Hay, también, muchísima información sobre las enormes pérdidas de biodiversidad marina que día a día se reproducen. De los corales que mueren, de las especies que se extinguen, de los glaciares que se derriten, del plástico, macro plástico, micro plástico y todos los tipos de plásticos que se les ocurra, que se mudan a las aguas del océano, PERIÓDICAMENTE.
Ya es evidente que no podemos seguir así… No conozco persona que no se sienta atraídx por el mar, o al menos, que no lo considere como una maravilla de la naturaleza.
¿Vamos a dejarlo morir?
Desde dejar de usar bolsas plásticas hasta involucrarte en alguna acción en pos del cuidado de los océanos, hay cambios para todos los gustos.
Te invito a que en este #DíaMundialDeLosOcéanos te sumes asumiendo algún compromiso, por más mínimo que sea, ayuda.
Cuidemos el mar que es lo más lindo que existe en este mundo
¿A vos qué te produce el océano?
